De costura

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Las tijeras de costura o castellanas suelen ser metálicas y relativamente ligeras. Se emplean para cortar el tejido sobrante en márgenes de costura o dobladillos. Generalmente una de sus hojas acaba en pico y la otra es redondeada. La otra variante sería con sus dos hojas con acabado redondeado (punta roma) que nos evita enganches en tejidos del...

Las tijeras de costura o castellanas suelen ser metálicas y relativamente ligeras. Se emplean para cortar el tejido sobrante en márgenes de costura o dobladillos. Generalmente una de sus hojas acaba en pico y la otra es redondeada. La otra variante sería con sus dos hojas con acabado redondeado (punta roma) que nos evita enganches en tejidos delicados como gasas, georgettes o sedas.

Las tijeras de bordar constituyen un modelo más recortado que los anteriores. Las hojas son mucho más afiladas, estrechas y puntiagudas. Indicadas principalmente en trabajos bordados, hoy en día calan en la costura tradicional gracias a sus diseños de estilo vintage. Pueden ser además curvadas, tanto en la zona central como en la punta, lo cual facilita el acceso a zonas difíciles del bastidor y las convierte en aún más precisas.

Las tijeras dentadas o de corte zig-zag también son llamadas "tijeras para festonear". En la costura tradicional se suele emplear para recortar las orillas de los tejidos. Nos ahorraría el sobrehilado en algunos casos. Por mi experiencia con las telas, existe el pensamiento generalizado de que no hace falta rematar los tejidos si empleas estas tijeras, pero no es así. Lo habitual es usarla en tejidos que no sean propensos a deshilachar (satines, polipiel, fieltros, franelas, encajes, jacquares doble tela, patchwork, puntos, etc). El uso más habitual quizá sea en manualidades (dar forma a goma eva, fieltros…) y en mercería para el acabado de lazos para el pelo o decoración.

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